¡Hola!
En el día de hoy vuelve a tocar otra de las entradas dedicadas a los personajes de la película El origen de los guardianes. En concreto, como ya habréis leído en el título, vamos a hablar sobre el conejo de Pascua. No me esperaba que la primera parte fuese a gustar tanto, pero me alegro que haya tenido un buen recibimiento porque me llevó bastante tiempo redactarla, aunque a la vez también muy entretenido.
EL CONEJO DE PASCUA
El origen del conejo de Pascua tiene lugar en las fiestas precristianas y anglosajonas, en las que el conejo era utilizado como el símbolo de la fertilidad y estaba relacionado con la diosa Easter, a la cual se le hacían ofrendas durante el mes de abril en los pueblos del norte de Europa. Esto fue evolucionando con el tiempo y acabó siendo adaptado a la fiesta de Semana Santa.
El conejo es uno de los símbolos de la Pascua porque se dice que cuando metieron a Jesús en el sepulcro, había un conejo que asustado había estado mirando como un montón de personas se acercaban a la cueva hasta que el conejo acabó comprendiendo que se trataba del Hijo de Dios. Cuando Jesús resucitó, el conejo quería informar a la gente de esto para que dejasen de estar tristes y la forma de hacerlo fue mediante un huevo pintado. Es por eso, que desde entonces el conejo sale todos los Domingos de Pascua para dejar los huevos de colores, para recordar la resurrección de Jesús.
Otra de los orígenes del Conejo de Pascua se basa en la prohibición que estableció la Iglesia de consumir huevos durante el período de Cuaresma. Esta situación obligaba a los campesinos y productores a recolectar los huevos puestos por las gallinas durante ese tiempo, pero no podían tirarlos porque esto también era considerado pecado, por tanto, la producción quedaba estancada. Esto trajo como resultado que cuando terminaba la Cuaresma, las personas regalaban los huevos que se habían almacenado a todas las personas que acudieran a la Iglesia el Domingo de Resurrección, y con el paso del tiempo se convirtió en una tradición el regalar cestas con huevos decorados.
El color de los huevos también tenía un significado. Al principio se coloreaban de color rojo para representar la sangre derramada de Jesús, pero con el paso del tiempo se fueron añadiendo otros colores como el amarillo, que era sinónimo de la luz o el azul, que era un color característico de la Pascua en la religión católica.
Por último, vamos a hablar del porqué de los huevos de chocolate. Esto surgió debido al auge que tuvo la industria chocolatera durante el siglo XIX. Los reposteros aprovecharon la tradición de la Pascua para crear los huevos de chocolate. Esta tendencia surgió en Austria y poco a poco se fue esparciendo al resto del mundo.
Hasta aquí la entrada de hoy. La verdad es que yo desconocía por completo de dónde había salido la figura del Conejo de Pascua. ¿Vosotros la conocíais?
¡Hasta la próxima!